10 diciembre 2006

Flagstad Walkure

Pocas palabras, mucha música: Wagner

Anoche en casa nos dimos un concierto sin la violencia de la luz artificial de la sala, aprovechando resplandores de la calle y mirando hacia las plantas del balcón, mecidas por un viento que aliviaba el calor.
Sonaron Rachmaninoff y Wagner. De este último, todas sus oberturas.
Conversamos sobre hipótesis acerca del gusto de los nazis por la obra wagneriana. Evidentemente las leyendas teutonas (excepción, Tristán e Isolda, que es celta) exaltaban lo nacional, lo germano.
Pero entonces escuchamos las oberturas tratando de no recordar el horror nazi, ni las exaltaciones de los '30s. Mirando hacia un siglo anterior, cuando fueron compuestas.
Volviendo a leyendas, hablando de Kirsten Flagstad (una de las sopranos que mejor ha interpretado a Wagner, la mejor "Brunilda" según muchos, la intérprete que siempre me nombra la abuela, sobre todo en "la muerte de Isolda").
Entonces hoy, husmeando, encontré un video en el que Bob Hope presenta a Flagstad. Y una versión, muy limpia, para escucharla en El Poder de la Palabra, de Isolde Liebestod, la muerte de amor de Isolda.
La sinopsis de la ópera puede leerse en Wagnermanía. Es muy larga para sintetizar aquí.
Otra leyenda hermosísima, hecha ópera, es Tannhäuser. Una buena síntesis es la del Espasa-Calpe: Tannhäuser es un "personaje de la leyenda alemana, que habiendo penetrado en el interior del Venusberg (Montaña de Venus) fue a impetrar el perdón de sus pecados al papa Urbano IV, quien se negó a concedérselo mientras no reverdeciese un palo seco que le mostró. Desesperado ante lo que él juzgaba imposible, volvió Tannhäuser a la Venusberg, pero al tercer día se realizó el prodigio reverdeciendo el bastón, y aún cuando el pontífice mandó a buscar a Tannhäuser por todo aquel país no se logró dar con él. Esta leyenda inspiró a Wagner para su ópera (1845)."
Hermosa obertura también ésta.
Es cautivante ese dolor desgarrador, la desazón de Tannhäuser que se vuelve descorazonado, no perdonado por sus pecados. El mismo desgarrador dolor de amor, profundísimo, de Isolda. Y todo eso tan bien expresado por la música. Tanto, que sobran mis palabras.
Además de los links, posteo arriba un video de la única: Kirsten Flagstad, interpretando a Brunilda, en La Walkiria.

01 diciembre 2006

Música nueva: El "HANG"

Estuve pensando seriamente en cerrar este blog, o más bien, dejarlo abandonado, por calvicie de ideas y abulia... Pero Buenos Aires y sus calles siguen dándome qué pensar y qué escribir para comunicar, aunque no lo lea nadie...

El miércoles íbamos con Mariana por la calle Florida y sentada allí había una chica tocando un instrumento extrañísimo y de sonido hermoso. Ella parecía salida de un bosque. Uno de esos seres etéreos que parecen extraños a la sordidez ambiente de la calle.
Ni idea teníamos acerca de qué era aquello. Sólo veíamos que se trataba de instrumento metálico de percusión, con forma de OVNI, que al solo toque -a veces, caricias- de las manos de la chica, emitía sonidos cautivantes, muchas veces parecidos a los de un instrumento de cuerdas.
Le dejé unas monedas en el gorro y seguimos escuchando un rato.
Ya estaba desesperanzada en eso de saber de qué se trataba aquél instrumento, pues la chica interpretaba largamente un lindo tema de canto y percusión y nosotras ya teníamos que irnos a una cena con gente de la oficina. No podía preguntarle nada. Y no era de los músicos habituales de la calle Florida. Era probable que no la viéramos más...
En eso, entre la veintena de personas que la escuchábamos, aparece una mujer que nos pregunta a Mariana y a mí sobre el (hasta entonces y para nosotras) desconocido instrumento.
De la nada apareció un hombre, de estas personas que por fortuna están al tanto de todo, que mágicamente aparecen cuando uno necesita saber y que, quién sabe por qué misterio, se deciden a comunicárselo justamente a uno.
La cosa es que, escuchando nuestro discurrir, nos dijo que eso era un "hang" (tuve que pedir que lo deletreara): un instrumento suizo cuyo nombre significa "mano" en dialecto Bernés. Luego dijo que costaba alrededor de € 450.
Quedó todo ahí... y me fui con Mariana, llenando la caminata de varias cuadras con comentarios sobre el hallazgo.
Hoy, dos días después, Internet viene al rescate. Haciendo click en la página de Hang Music pueden conocer no sólo algo más acerca del instrumento (muy moderno por cierto, lo crearon los suizos en el año 1999) sino además se puede escuchar buena música en la "Hang Box".
Pienso: cuando uno cree que todo está inventado (incluso lo más vil) aparece gente que se dedica a agregarle al mundo cosas nuevas y buenas...