11 enero 2007

Sucesión II

Las noticias: Videos con la ejecución de Saddam, discursos de Chávez, el chequeo por email que los británicos pueden hacer acerca del nivel de amenaza terrorista, la web española que incita a la anorexia, la encuesta de Clarín que arrojó que un 75% de los encuestados piensa llevar a sus vacaciones aparatos tecnológicos (de ellos, la mayoría lo hará para estar conectado), los cibervigilantes texanos que chequean diariamente las imágenes de 12 webcams instaladas en la frontera y le cuentan a las autoridades si ven algún "intruso" mexicano (estos "Gran Hermano" en negativo, ayudaron a la detención de 10 inmigrantes ilegales, y hay más de 200.000 entusiastas del buchoneo registrados para señalar la entrada de los vecinos tercermundistas), Bielorrusia cortándole el gas a Europa Occidental, el nuevo plan de Bush para Irak y el reconocimiento de sus 'errores' con el plan anterior (errores=muertos). Más de este lado, en Argentina, el gobierno y su pretendido triunfo sobre la inflación en 2006, que fue de un dígito sólo por algunas manganetas, pero en rigor sufrimos incrementos, los cortes de rutas, las protestas, los crímenes que para la sociedad voyeurista se convierten en culebrones de la realidad, los hospitales con sus eternas deficiencias, las huecas notas costumbristas de verano, etc, etc, etc. Todo esto anunciado por la mass media a grandes voces, con gran velocidad y casi en simultáneo con cada acontecimiento.
Entonces uno recuerda a Heidegger:
"Cuando se haya conquistado técnicamente y explotado económicamente hasta el último rincón del planeta, cuando cualquier acontecimiento en cualquier lugar se haya vuelto accesible con la rapidez que se desee, cuando se pueda «asistir» simultáneamente a un atentado contra un rey en Francia y a un concierto sinfónico en Tokio, cuando el tiempo ya sólo equivalga a velocidad, instantaneidad y simultaneidad y el tiempo en tanto historia haya desaparecido de cualquier ex-sistencia de todos los pueblos, [...] entonces, sí, todavía entonces, como un fantasma que se proyecta más allá de todas esas quimeras, se extenderá la pregunta: ¿para qué?, ¿hacia dónde?, ¿y luego qué?"

Heidegger, Introducción a la Metafísica.

1 Comments:

At marzo 03, 2007 6:37 p. m., Anonymous Anónimo said...

Cuando se puede leer algo como:

"...Lo estremeció la revelación deslumbrante de que la loca carrera entre sus males y sus sueños llegaba en aquel instante a la meta final. El resto eran las tinieblas.

- Carajos -, suspiró. - ¡Cómo voy a salir de este laberinto! -

Examinó el aposento con la clarividencia de sus vísperas, y por primera vez vio la verdad: la última cama prestada, el tocador de lástima cuyo turbio espejo de paciencia no lo volvería a repetir, el aguamanil de porcelana descarchada con el agua y la toalla y el jabón para otras manos, la prisa sin corazón del reloj octogonal desbocado hacia la cita ineluctable del 17 de diciembre a la una y siete minutos de su tarde final. Entonces cruzó los brazos contra el pecho y empezó a oír las voces radiantes de los esclavos cantando la salve de las seis en los trapiches, y vio por la ventana el diamante de Venus en el cielo que se iba para siempre, las nieves eternas, la enredadera nueva cuyas campánulas amarillas no vería florecer el sábado siguiente en la casa cerrada por el duelo, los últimos fulgores de la vida que nunca más, por los siglos de los siglos, volvería a repetirse".

Creo que al final la pregunta se responde por sí sola. No vale la pena saber como terminarán las cosas, a menos que no quieras vivir. Predecir es morir para ahora, y sin ahora no tiene sentido auscultar el futuro. La belleza sublime está en lo inconcluso, en los minúsculos detalles que brillan en la esquina del cuadro, donde quizás una arañita teje por primera vez un rayito de sol, dejando a la luz la esperanza.

Val

 

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