21 febrero 2006

Sociedades de Control


Hace algunas temporadas vengo sintiendo una especie de desamparo ante cierta deshumanización que se percibe en algunas conductas, supuestos avances y comportamientos que incorpora la sociedad.
Ese desasosiego ante lo que parecería la extrapolación de una novela de George Orwell resurgió hoy cuando, leyendo el diario, ví la noticia de que una empresa en EEUU coloca a sus empleados un chip bajo la piel de la mano, para control: Son microcircuitos de identificación que si bien hoy están siendo utilizados como reemplazo de la más "común" tarjeta magnética de acceso al edificio, mañana podrían terminar siendo informantes parásitos de la intimidad de las personas.
Voces en contra no faltan, entre ellas organizaciones de derechos humanos. Las voces a favor dicen que los empleados asintieron la colocación del chip, que el procedimiento es indoloro y bla, bla, bla...
Para quien quiera enterarse de más, puede acceder a la nota completa de
Clarín haciendo click en el vínculo.
Quisiera, como final de este posteo, transcribir algunos párrafos de Gilles Deleuze, que previó estas situaciones derivando su pensamiento desde Foucault y otros. Si Foucault habló de sociedades "disciplinarias" en las que el individuo respondía al orden en compartimentos estancos (agujeros de una topera) como la escuela, la fábrica, la cárcel y el hospital, Deleuze habla de sociedades de "control" donde éste se ejerce aún en espacios abiertos... Transcribo unos párrafos de este genial y sibilino filósofo de la Escuela de París de los 60-80:
"El control es a corto plazo y de rotación rápida, pero también continuo e ilimitado, mientras que la disciplina era de larga duración, infinita y discontinua. El hombre ya no es el hombre encerrado, sino el hombre endeudado."
"No es necesaria la ciencia ficción para concebir un mecanismo de control que señale a cada instante la posición de un elemento en un lugar abierto, animal en una reserva, hombre en una empresa (collar electrónico). Félix Guattari imaginaba una ciudad en la que cada uno podía salir de su departamento, su calle, su barrio, gracias a su tarjeta electrónica (dividual) que abría tal o cual barrera; pero también la tarjeta podía no ser aceptada tal día, o entre determinadas horas: lo que importa no es la barrera, sino el ordenador que señala la posición de cada uno, lícita o ilícita, y opera una modulación universal."
"Muchos jóvenes reclaman extrañamente ser “motivados”, piden más cursos, más formación permanente: a ellos corresponde descubrir para qué se los usa, como sus mayores descubrieron no sin esfuerzo la finalidad de las disciplinas. Los anillos de una serpiente son aún más complicados que los agujeros de una topera."
Para leer el artículo completo (vale la pena 100%) hacer click Postdata sobre las Sociedades de Control.
Sé que mi visión a veces resulta agorera y fatídica, tanto que yo misma me recuerdo -en escritos como éste- a mi admirado y querido Ernesto Sábato en su libro "Antes del fin" o "La Resistencia". Pero siento que puede haber esperanza al menos en la reflexión. Y ese solo acto ya sería algo... así como esas flores que -para nuestra sorpresa y contra todo pronóstico- crecen de la grieta de una inhóspita piedra, utilizando una metáfora del mismo Sábato, si mal no recuerdo.

1 Comments:

At febrero 21, 2006 5:18 p. m., Anonymous Anónimo said...

"1984" de Orwell (escrito en 1950!!!)es la típica literatura que luego se plasma en la realidad y va penetrando en nuestras vidas como los microchips del artículo de Clarín que comenta Claudina (= a la literatura de Mark Twain, salvando las diferencias!!!). Sin perjuicio de ser ficción, las sagas de "Gran Hermano", el ojo que todo lo ve, son la avant premiere de esa materialización, a la cual me refiero, por lo que no me llama la atención que los seres humanos hayan traspolado esa idea a un ámbito más "serio" y "lucrativo". También me recuerda a la película ¿¡futurista!? GATACCA, donde todos los humanos eran seleccionados de acuerdo a su ADN para ocupar puestos de trabajos. Con todos estos resultados podríamos concluir que Hitler, en lugar de ser un asqueroso genocida, termina siendo un visionario al procurar una raza superior. Este es sólo un ejemplo más que indica la forma en la que el hombre involuciona, creyendo evolucionar. Se degenera, creyendo avanzar. Lo malo termina siendo bueno y la libertad cede ante el control, que todos acatan. ¿¿¿Que dirían Rousseau, Hobbes y Locke de esto si puedieran chicanear a la muerte y ver la sociedad que hoy nos toca vivir???. Esta posteo se puede relacionar con aquél donde Claudina comenta que en USA dan incentivos (económicos) a los alumnos para ir al colegio desde el aspecto que TODO SE DESVIRTUA y nada es lo que "debería ser". Es la eterna lucha del "ser" y el "deber ser", conceptos que cada vez más se separan...

 

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