17 febrero 2006

Hallazgos subterráneos (no es arqueología)


Los túneles que comunican, por debajo del Obelisco, las veredas opuestas de la que (hasta donde sé) es la avenida más ancha del mundo, la 9 de Julio, representan todo un viaje a otra dimensión. Este viaje incluye una regresión a los 50's, 60's ó 70's según cuál de los singulares localcitos del trayecto subterráneo se mire...
Hay locales de venta de pantuflas que ofrecen peludísimos ejemplares muy apropiados con este calor porteño que supera los 35º a la sombra, otros locales como peluquerías con el muy original nombre de "Pelos y Barbas" (cerrado a la hora en que pasé por el túnel, pero muy fiel al nombre del local, mostrando kilos de pelos sin barrer en el suelo)... a toda esta atiborrada colección de anacronismos y objetos raramente deseables se suman posters de íconos argentinos (Gardel, Evita, el Che, la famosísima foto de Cortázar sacada por Sara Facio -que preside la biblioteca de mi casa-), malas copias de mapas antiguos, ediciones viejas de diarios, locales de compostura de calzado, de ropa, lustrabotas colectivos (un original dispositivo con varios asientos elevados en línea y con un adminículo de bronce o metal para apoyar el pie de modo que quede a la altura del lustrabotas)... locales de venta de cositas varias... y así, ad infinitum...
Hete aquí que uno de los locales hace cartelería y, junto a los tradicionales carteles de "Cuidado con el perro", o "Dr. Mengano - Dentista", etc... hay otros muy divertidos como "Por favor no manosear la carne" (a pedido, para carniceros sin paciencia) y el que el día de hoy atrajo mi atención y por cuya leyenda ilustro este posteo:
"Lo malo del whisky es:
cuando uno toma un vaso se siente otro hombre,
y el otro hombre quiere otro whisky."
Está para manual de Alcohólicos Anónimos. El sumum del anonimato sería ese "alter ego" al que se le endilga la responsabilidad del segundo vaso y los subsiguientes...

3 Comments:

At febrero 17, 2006 1:42 p. m., Anonymous Anónimo said...

Me siento totalmente identificada con la sensación que experimentas respecto de que esos túneles que permiten que cruces los once carriles de la avenida por debajo, evadiendo así los dos semáforos molestos que nunca permiten que la cruces de un tirón, remontan a uno a decadas pasadas (yo diría vulgarmente "al tiempo de mis abuelos"). Y es por esa razón que la mayoría de las veces opto por sortear los autos de la avenida a atravesar ese tunel que me llena de nostalgia. Vaya uno a saber por que.
Respecto de la culpa "al otro" (imaginario o real) por actos propios es tan común que se podrían escribir tratados.Uno lo mama desde chico y se va haciendo escuela de eso. El otro dia mi mamá y Ramiro, mi hermanito (8 años), fueron a pasar una semana a mi casa. Rami me llamó por tel a la oficina para que lo autorice a usar mi computadora, a lo cual accedí (Que no haría yo por él!!!???). Al rato me vuelve a llamar contándome que el cd de su juego se atoró en la disquetera y, luego del tono de preocupación con que me contaba lo acontecido y antes de que yo emitiera juicio alguno al respecto, soltó un "Vos me dijiste que podía usar la compu!!!". En síntesis, yo era la culpable, por haber autorizado el uso, de que él pusiera mal el cd en MI COMPU y se atorara. Cosas de la vida, de hoy, de ayer y de siempre.-

 
At febrero 17, 2006 11:14 p. m., Blogger Claudina said...

Che, Sol... esta nostalgia que nos da por igual... ¿tendrá que ver con la "treitañez" que nos pisa los talones? Como sea, estos "túneles del tiempo" con su cosa retro y cuasi-kitsch no dejan de tener su encanto... Y a como está el tránsito porteño hoy en día, yo no dudaría en la conveniencia de cruzar la 9 de Julio entre peluches y tipografías fosforescentes, antes que enfrentar esas jaurías desenfrenadas de 2, 4 o más ruedas.
Volviendo al encanto de estos viaductos peatonales, pienso volver pronto a comprar un cartel de "Cuidado con el Perro" para mi departamento (obvio, no tengo can alguno, cosa absolutamente imposible en mis apenas-dos-ambientes). Queda claro entonces: EL PERRO SOY YO! jeje
En lo que refiere a la anécdota con tu hermanito es asombroso cómo ya a tan corta y tierna edad se le ha desarrollado esa cosa de argentinito en lo que a la administración y delegación de culpas se refiere!! jajaja ¡Un personaje! Eso sí, hay que reconocerle una ética especial en eso de sincerarse (en cierto modo) y hacer un seguimiento telefónico al caso, lo cual te puso sobre aviso y evitó que te encontraras con el paquete al llegar a tu casa!
Un abrazo!

 
At febrero 20, 2006 1:26 p. m., Blogger Jorge Gajardo Rojas said...

Gracias por visitar mi blog.El tuyo es super interesante.Hoy recien regresé y ya necesito mas vacaciones,pero no solo.Me angustia.
El señor parece que toma cerveza por la barriga.El wisky(se que está mal escrito)la ventaja que tiene es que no duela la cabeza,está bajando de precio 5 a US en Chile y además puedes dar la disculpa que estás practicando el inglés.Mas temprano que tarde te ahré otro comentario

 

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