Sucesión
La mañana, el baño, el taxi. La oficina, el trabajo. Las preocupaciones, las ocupaciones, las post-ocupaciones. El pensamiento en el futuro, el temor, la vulnerabilidad, la fragilidad, la impotencia, el sentirse abrumado, el llanto. La consecuente tranquilidad post descarga del lacrimal, las ideas, las posibilidades. El almuerzo, la charla con Mariana -suprema de pollo de por medio-. Otra vez el trabajo, el pensamiento lateral y paralelo. Otra vez el tema que lo ocupa. La molestia en la garganta, la salida, la visita a la guardia clínica. La revisión express y la consecuente prescripción de 10 días de antibiótico. Mi desobediencia, la no compra del antibiótico. La caminata, el frío, el subte, el asiento entre dos tipos que ocupaban, a cada lado, un tercio de mi espacio aéreo. Uno, leyendo un folleto que invitaba al Human Capital Forum 2006. El pensamiento sobre el eufemismo "capital humano". La mirada a la Claringrilla que completaba el otro, el de la derecha. Las palabras "labia", "mariachi", "Bariloche" y otras que llenaban las casillas de la grilla.
La salida. "¿Me da el diario, don?" El nene que bajaba los escalones. "¿Después de 29?" Y la madre: "30". Y el nene nuevamente: "30, 31, 32...", escalón a escalón. El frío, la bufanda, las cuadras, el supermercadito chino, la leche, el pan negro, el cereal, el algodón. La mujer oxigenada, con tapado símil felino y pensamiento símil moralina: "¿Aborto? No sé por qué no lo tienen y dan al chico en adopción." La cajera china haciendo "sí, sí" con la cabeza y no entendiendo nada. Nada que no fuera la cuenta por cobrar. La chica que embolsa mi compra. "¿Tenés chicos?"... "No, no. Los cereales los como yo." La cajera china con el índice sobre la caja de cereal: "Alimento completo. Con leche y cereal tené todo... $ 21,60." Yo: "Acá tiene", estirando la mano con $ 22. "Cuarenta centavo. Graciasssss"... "Gracias a usted. Hasta luego." La vereda, la puerta, mi casa. El grabador, las Invenciones de Bach para clavicordio, el cuaderno naranja, la birome negra. Esto.
3 Comments:
Hermoso, solo puedo decir hermoso. Me gustaría ayudarte.
Coincido con Carlos, está muy bueno.
Alvaro
Siempre me maravillo con la impresionante habilidad que tenes para describir tu paso a paso, tu minuto a minuto, por más insignificante que sea. Y es justo esa virtud la que hace que esa insignificancia se vuelva esplendorosa.
Publicar un comentario
<< Home